Aguntan viajó a Resago
Voy a reescribir esta historia en tres partes. Voy a empezar por la parte mitológica y contaré el origen de la historia.
Un profeta llamado Aguantan viajó a Resago, la capital del Mapungubwe. Aguntan trajo una ukumba. Aguntan le pidió a la reina que bebiera de la ukumba. Beber de la ukumba significa paz. Si la reina no bebe la ukumba, significa guerra. Aguntan viajó miles de kilómetros solo para brindarle, ofrecerle, a la reina esta oportunidad. Si ella decía "no" entonces Aguntan tendría que matarlo. Cuando Aguntan llego el vio los rascacielos de Resago, edifacios blancos y negros, vehiculos voladores que transportaban personas y animales volaban alredador de los edifacios y rios corrian desde el suelo hacia el aire. Aguntan pensó: "Si tuviera una máquina voladora como esta, mi viaje sería mucho más fácil. Quizás no morrilla." Aguntan llegó con veinte personas, y cuando ellos llegaron todos estaban abarrotados, distraídos de vendedores de vestidos y por los puestos de comida al sol y los ruidos provenían de ambos lados. En Allado, el espíritu habla solo con la familia del rey, pero en Resago los espíritus hablan con todos. Estas voces fantasmales provenían de las tiendas, diciendo: "Tienes que tenerlo! Llevar! Comprar!" Había biombos colgados en las murallas de la ciudad. En las pantallas, mujeres y hombres hermosos susurraban: "Deja lo que estás haciendo y sígueme" La gente de Allada los seguía desesperada en las pantallas.
Antes de que Aguntan entrara en la ciudad, él miró a su alrededor y él vio dieciocho personas. Él perdió a dos personas durante su viaje. Una vez en la ciudad, cuando él entró en la ciudad él supo que él estaba solo.
Aguntan vio a mucha gente moviéndose, trasladarse, trayendo consigo cerámica, llevando ropa y comida. Aguntan pensó que la gente se estaba preparando para una invasión. Pero algo parece extraño. Aguntan no vio muchos de los soldados. "Quizás van a Allada?", pensó Aguntan. Aguntan aceleró el paso y camino hacia a la reina. Él tenía que verla lo más pronto posible. La reina sabía que Aguntan estaba en la ciudad. Ella ordino a los soldados que trajeran a Aguntan a ella. Cuando Aguntan llegó a su corte, Aguntan ofreció el ukumba mientras la reina estaba sentada en el elegante trono pensando. Después de unos minutos ella bebió de la ukumba. La reina regresó a ukumba a Aguntan y la reina dijo a Aguntan: "Los Mapungubweans se van!"
Aguntan se sorprendió al oír la noticia.
Aguntan pregunto: "Dónde? ¿Por qué?"
La reina respondió "Ahora es el momento de regresar a la Luz de Rantafuli. Esta es la estrella de donde venimos."
Aguntan respondió "Por eso no veo soldados."
"Si, todos que puedan, se irán." Dijo la reina.
Mientras caminaba, la reina exhalo y dijo: "Dejaremos todos los todos los mundos y buscaremos otros nuevos. Nos uniremos a la luz. Nuestra lucha por traer la luz aquí o por obtener la Luz de Rantafuli ha terminado."
"Han extendido tus ejércitos la Luz de Rantafuli a Allada?", pregunto Aguntan.
"Si, pero nuestra guerra ha terminado. Yo he informado a mis aliados", respondió Resago.
Antes de partir, la reina le dijo a Aguntan: “Regresaremos con la Luz de Rantafuli. Todo se salvara”
Luego la reina se fue y subió a un barco.
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