"¡Todo es mimético!"

A los crituras yo dije "Cuando nosotros no tenemos diferencias, estalla la violencia! Cuando la violencia se generaliza, la fiesta pierde todo su carácter." Yo les dije que las criaturas, todo es mimético. Yo imité a  otras porque yo creo que ellos me acercaran a quien yo quiero ser.

Yo no sé si las criaturas me entendieron. Entonce yo me encontré  cara a cara con una bestia

Y brotó, casi como la vid en su tiempo de crecimiento, brotando de la vid, brotando en la boca de la bestia que decía: "No deben ir!" Lo que dijo con un arma prominente en su cintura. Yo vine por los niños porque vi que esto iba a suceder. Explosiones, incendios, ventanas rotas, cristales volando como pájaros afilados y enojados hacia las caras de los niños. 

Yo vi la muerte cerca, a la vuelta de la esquina, no muy lejos en el futuro, pero tan cercana como el olor a gas nocivo antes nocivo antes de que una chispa se encienda y todos queden envueltos en fuego.

Los niños recibieron valiosos testimonios del ego de la bestia. Yo no era ni un guerrero ni un soldado. Yo era un cobarde y su vida pesaba menos que una pluma. Yo podría ser sacrificado, debe ser sacrificado porque la vida de los niños pesa más que todos los átomos de una estrella de neutrones. 

Yo le respondí "Tomate tu tiempo. no hay prisa!" La bestia pone ropa a los niños. La bestia se movía más lentamente porque en ese hogar desamparado todos tenían que obedecer su voluntad. Y cuando los premios fueron envueltos en pañales y colocados en el carro, la bestia los besó. Porque era la última vez que los vería.

Fui con los niños. El niño presionó botones, la niña permaneció en silencio. En el espejo retrovisor, vi una casa en llamas.

No había ninguna bestia. Solo un padre y un cobarde. No pude imitarlo. Estaba muy asustado. Pero, mi padre no es un cobarde ni tampoco mi madre. A quien imite?

Entonces una voz del público dijo que "Todo es mimético!"